El hotel Palace es referente de la ciudad. Con 103 años de historia, sigue en pie y ello es gracias al esfuerzo diario de sus trabajadores y de una dirección joven y dinámica que apuesta por Barcelona para seguir dando experiencias a todos los que lo pisan. Abierto a los autóctonos para que descubran sus terrazas, restaurantes y otros espacios, sabemos los retos de este emblemático establecimiento, de la mano de Friedrich von Schönburg, su general manager.
El Palace ha tenido una gran evolución a lo largo de los años. ¿Cuáles son los momentos clave de estos años de historia?
Siendo el hotel de lujo más antiguo de Barcelona, con 103 años, y habiendo sido el Ritz, una referencia, no solo como hotel, sino como punto de encuentro social, sus primeros 50 años desde 1919 fueron muy fuertes, y luego hasta los años 80 y 90, con Barcelona abriéndose mucho más, con los Juegos Olímpicos y muchísimos otros hoteles que llegaban, empezó a perder un poco de relevancia entre el público local e internacional.
Con el cambio de Ritz a Palace, también perdió un poco la conexión que tenía con el pasado, y ahora últimamente hemos trabajado mucho para reposicionarlo como el hotel de referencia de Barcelona, un hotel que está completamente abierto a la ciudad, en el que constantemente pasan cosas, pero al mismo tiempo sigue recibiendo clientes internacionales y nacionales de la manera que solía hacerse antiguamente, pero con un toque contemporáneo, asegurándonos de ser siempre fieles de dónde venimos, a nuestra historia, pero teniendo en cuenta las necesidades del viajero de hoy en día.
Más allá de los turistas, el público local que quiere venir, ¿qué puede encontrar?
El alojamiento también está presente en este tipo de oferta, y más desde la pandemia, cuando empezó a utilizarse el concepto de “staycation”, cuando empezamos a quedarnos a dormir en hoteles de nuestra propia ciudad. Pero en lo que más hemos trabajado ha sido en crear constantemente actividades y propuestas atractivas para el público local y para todo tipo de edades.
Ahora mismo, por ejemplo, los jueves por la noche tenemos rumba en directo en la terraza, y está abierto al que quiera venir, y un 70% de las personas que vienen son locales. Los fines de semana tenemos el Brunch & Vinyls, en el que ofrecemos brunch con DJs. La idea era volver un poco al pasado y hacer algo contemporáneo. Por las tardes tenemos también sesiones de P-Tardeo, con DJs y copas, con lo que durante todo el fin de semana, desde la mañana hasta la noche, hay muchos planes para hacer.
Al mismo tiempo, en el hall tenemos exposiciones de arte que cambian cada tres meses, ahora mismo tenemos una exposición con Íñigo Manterola, un artista de San Sebastián, que ha hecho una exposición que lanzamos en abril junto con el nuevo restaurante. Ahí hacemos el típico Afternoon Tea, que también está abierto a todo el mundo, y noches de concierto los viernes y los sábados, un poco más tranquilos con un pianista y cantante que hasta anima a los clientes a bailar, mientras se toman una copa después de cenar.
Después también tenemos nuestro “bar clandestino”, el speakeasy & Bluesman Bar, que abre jueves, viernes y sábado, que sería el bar de horas más tardías, desde las 10 de la noche hasta las 3 de la madrugada, y siempre con música en directo, tanto rock como jazz o blues. Cambiamos semanalmente los artistas para que siempre sea algo atractivo y nuevo, y nos concentramos mucho en una coctelería más exclusiva, más de alta gama, pero al mismo tiempo también se pueden encontrar grandes referencias de vinos, champagnes, cavas, etc.
Y por último, nuestro nuevo restaurante Amar, con el chef Rafa Zafra. Es un restaurante al local, con el que quisimos crear un espacio único, que refleja toda la historia y lo que es el Palace, junto con su cocina, para devolverle a la ciudad un espacio donde se come bien, se está bien atendido y que cuenta con un salón con mucha historia entre sus paredes.
Tal y como está funcionando ahora mismo, hemos conseguido mucho, nos llaman el “hotel hiperactivo” porque constantemente hacemos nuevas ofertas y eventos Por ejemplo, todos los segundos miércoles de cada mes, hacemos una master class que damos junto con un ilustrador con el trabajamos mucho, Joel Miñana, y con un representante de una marca de bebidas, y con nuestro equipo de coctelería preparamos unos cócteles basados y enseñamos a los que acuden a esta master class la preparación de unos cócteles riquísimos.
Desde 2019, cuando teníamos una edad media en el hotel de 65 años, ahora, hemos conseguido bajarla a unos 47, que son casi 20 años de diferencia, para atraer a un mercado de todas las edades y de todas las procedencias.
Parece que el turismo vuelve a estar fuerte en Barcelona. ¿Qué previsiones de ocupación tenéis para este verano?
Desde abril hemos estado con ocupaciones altas, tanto nosotros como los hoteles de nuestra competencia, lo cual me alegra mucho, porque significa que Barcelona ha vuelto, y estamos mirando ocupaciones entre un 80 y un 90% para los meses de verano, con precios altos y mejores números que en 2019, con lo cual creemos que va a ser un muy buen año y esperemos que siga así.
En cuanto al tema MICE, pues ya se han celebrado ferias en Barcelona con cierta normalidad, ¿cómo os ha ido?
Al final nosotros somos un hotel de 120 habitaciones, con lo que tampoco somos el típico hotel que acoge congresos, y tenemos una franja de precios bastante alta dentro de Barcelona, con lo que depende un poco del congreso que venga. Dicho eso, en 2019 tuvimos días con un 100% de ocupación y fue gracias al Mobile World Congress. Hemos tenido otros congresos, y también tenemos empresas que vienen y reservan el hotel entero para sus clientes. Los congresos nos interesan, tanto por nosotros como por la actividad económica que traen a toda la ciudad. Ahora mismo, vamos por la calle y volvemos a ver esa energía, esa actividad que siempre habíamos tenido en Barcelona y que no habíamos tenido en los últimos años.
Haciendo balance de los dos años de pandemia, ¿el turismo volverá a ser como antes en Barcelona? ¿¿cómo habéis analizado la situación en estos años de parón obligatorio?
Cada uno habrá hecho sus deberes o no durante estos años, habrá visto lo que le interesa a cada hotel de la ciudad, lo que le hace falta. Para nosotros era muy importante revisar todos los procedimientos. Siempre hemos tenido unos estándares de higiene muy altos, con lo cual los cambios, lo que nos pedían para adaptarnos al Covid eran mínimos, y eso fue bastante fácil. Pero en lo que sí nos hemos concentrado mucho es en el tema de sostenibilidad. Nos hemos certificado con el Certificado Biosphere, ahora estamos trabajando sobre otro certificado más, estamos intentando reducir el plástico al mínimo, nos hemos puesto bastantes metas de aquí a 2023 para todo lo que queremos conseguir en cuanto a sostenibilidad…
No solo es una necesidad tras el Covid, sino que también es muy importante que todos, en cualquier sector y en cualquier puesto, contribuyamos a proteger nuestro planeta y ayudar a que siga existiendo miles de años más. Para nosotros esto ha sido una gran prioridad.
En cuanto a Barcelona, el turismo ha vuelto, el aeropuerto está lleno, en 2024 vendrá la Copa América, que es un evento muy importante en el mundo, y eso va a ayudar a Barcelona a volver a coger glamour, algo que en los últimos años lamentablemente ha perdido un poco. También entiendo que la Ryder’s Cup está firmada y bajo contrato, y parece que los eventos vuelven. Se está haciendo un gran esfuerzo para volver a captar estas grandes oportunidades, porque Barcelona es una gran marca internacionalmente, y es importante que se siga trabajando sobre ella.
¿Por qué crees que en los últimos años la ciudad ha perdido glamour o fuerza?
Creo que es visible que Barcelona no está en los mejores momentos de su vida, sabemos que muchas empresas se han ido, que había cierta mala fama por la delincuencia en las calles, por la limpieza en la ciudad… Lo importante es que juntos trabajemos y que nos pongamos como reto mejorar una ciudad que podría ser la capital de Europa fácilmente. Solo hay que poner, entre todos nuestro grano de arena, para conseguir que lo vuelva a ser y por muchos años más.
¿Qué retos os marcáis en El Palace?
Dentro del hotel el reto seguir creando momentos inolvidables, volver a dar experiencias al cliente local e internacional, trabajar para que el Palace sea un hotel de referencia, no por el pasado, no porque fuéramos el Ritz, sino por lo que estamos haciendo ahora. Nunca se puede decir que queremos ser el mejor hotel, porque eso es muy subjetivo, pero sí ser un hotel de referencia.
Asegurarnos de que todo lo que hacemos lo hacemos bien, que nos concentramos en el servicio, que contribuimos localmente, colaborado con pequeñas marcas para apoyarnos mutuamente... Y también seguir el crecimiento de la marca El Palace, más que la marca Ritz, para los años venideros, tanto local como internacionalmente.