El 3 de octubre comenzaron las obras que remodelarán el icónico paseo barcelonés, aprobadas en pleno en el año 2016. El primer tramo afectado, entre la estatua de Colón y Santa Madrona, finalizará dentro de 18 meses y permitirá acercar La Rambla al mar.
Tras seis años de espera, en un tramo de casi 150 metros, se daba el pistoletazo de salida a las obras que remodelarán La Rambla. Con una inversión de 44,56 millones de euros, el proyecto la transformará en un paseo más verde y peatonal. Los trabajos de remodelación se distribuirán en cinco fases y, previsiblemente, finalizarán dentro de ocho años.
Con un retraso de seis años, las obras han comenzado a partir del anteproyecto desarrollado por km-ZERO, el equipo al que se le adjudicó el concurso de transformación del paseo y autor, además, del proyecto de reforma.
Acercar La Rambla al mar
Durante los próximos 18 meses, las obras del primer tramo afectarán a la zona situada entre la estatua de Colón y Santa Madrona, la más próxima al mar. Las intervenciones modificarán el trazado de la avenida Drassanes para mejorar la conexión con el litoral. Además, se creará una plaza con arbolado junto a Colón, suprimiéndose el paso de peatones que separa la estatua de La Rambla. Sin duda, la mejora contribuirá a alargar el paseo hasta el mar.
En este primer tramo, de 117 metros de longitud, se llevarán a cabo otras actuaciones. Por un lado, se contará con un centenar de árboles, de los que 21 serán nuevos. Todos ellos se plantarán en alcorques más anchos y se harán mejoras en el subsuelo. Por otro lado, se instalarán más de 100 bancos entre el paseo, las Drassanes y Colón. Asimismo, en la zona se unificará el alumbrado, apostando por un diseño más simple y funcional. Por último, se incorporarán bolardos de seguridad, a petición de la Junta Local de Seguridad. Las intervenciones implicarán un gasto público de 10 millones del total presupuestado para toda la vía: 44,56 millones de euros.
Tras la remodelación entre Colón y Santa Madrona, se iniciarán varias reformas más en los siguientes tramos de La Rambla: Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes. Se crearán tres espacios plaza en cruces clave: Moja-Betlem, el pla de la Boqueria y el Pla del Teatre.
En todo el paseo se renovará el pavimento, efectuándose cambios de gran calado. Se quitará el asfalto y, en su lugar, se colocarán piezas de diferentes formatos de piedra natural, granito y pórfido.
Trabas al coche particular
Con la transformación de La Rambla, solo podrán circular vehículos de vecinos, de servicios, de distribución de mercancías, bicicletas, autobuses y coches que accedan a los estacionamientos situados en el paseo. Por lo tanto, se replicará la fórmula actual en sentido ascendente en toda La Rambla.
Igualmente, la emblemática vía dispondrá de un solo carril de circulación por sentido (subida y bajada) de 3,5 metros de ancho, en lugar de los dos actuales. En consecuencia, las aceras laterales contarán con al menos tres metros de anchura. Incluso, es posible que se amplíe también la acera central por la que suelen pasear la mayoría de los peatones.
Según fuentes del consistorio barcelonés, el proyecto mejorará la conectividad entre los barrios del Raval y el Gótico, y contribuirá a reactivar la actividad económica del centro de Barcelona. En este sentido, obstaculizará el tráfico rodado, aumentará los espacios verdes de uso vecinal e incrementará la oferta cultural de la calle más popular y conocida de la Ciudad Condal.