“La presencialidad no la puede superar nada”

“La presencialidad no la puede superar nada”

Pilar Vélez es la directora del Museu del Disseny de Barcelona. Al frente de esta institución desde hace diez años, pronto dirá adiós a su cargo. Mientras, nos concede esta entrevista donde analiza las novedades del museo y también el arte en general.

¿Cuál es el objetivo del Museo del Diseño de Barcelona como institución?

Un museo es un centro patrimonial, es decir, que tiene patrimonio, objetos, colecciones, tanto de objetos como documentales, porque también tenemos un centro de documentación, un archivo histórico… Es un patrimonio de la ciudad y, por lo tanto, lo que nosotros tenemos que hacer es generar conocimiento a partir de este patrimonio tan rico, que nos explica muchas cosas, tanto sobre maneras de vivir, de nuestra historia, etc. La misión es esta, generar conocimiento, lo que quiere decir educar en un sentido amplio, no solo a los niños, al público en general.

“La presencialidad no la puede superar nada”

¿Cuántas colecciones engloba?

En cuanto a número de objetos, sin hablar del archivo documental, estamos alrededor de las 80.000 piezas. Tenemos muchas colecciones, porque este museo sumó las colecciones de antiguos museos del objeto y, por lo tanto, hay del mundo de las artes decorativas, mobiliario, vidrio, cerámica, que tiene una presencia muy importante, o la indumentaria… Distinguimos entre las colecciones históricas y las de diseño contemporáneo, a partir del siglo XX.

Donde hablábamos de artes gráficas hablamos de diseño gráfico, donde hablábamos de indumentaria y vestido hablamos de diseño de moda o hablamos de diseño industrial. Académicamente, hablamos de diseño a partir del siglo XX, a partir de la industrialización, a partir de la profesionalización. Hasta el siglo XX se ha hecho diseño, se ha creado, se ha producido bajo otros parámetros y otras perspectivas, pero en definitiva, desde que el hombre es hombre, crea artefactos para sobrevivir. En el paleolítico ya se hacían objetos.

¿Cómo afrontáis la nueva temporada?

Este año 2022 presentamos una exposición de cerámica contemporánea, la última colección que hemos realizado, que hemos puesto al día gracias a la colaboración de muchos artistas, ceramistas, etc. con cuya complicidad contamos. Justamente en esta colección se ven los diferentes aspectos, las diferentes vertientes de la cerámica, desde la cerámica artística a la planteada desde el mundo del diseño y del objeto útil, desde la arquitectura, que también hemos abierto esta línea, cerámica aplicada a la arquitectura, que es un tema muy de actualidad y que se ha recuperado mucho. La cerámica siempre se ha aplicado a la arquitectura en todas las culturas del mundo.

Después, en octubre tendremos la gran exposición de este año, denominada “Toquem fusta” (“Toquemos madera”), cuyo subtítulo es “diseño, madera y sostenibilidad”, que forma parte de nuestra línea de reflexión sobre el rol del diseño como motor transformador de la sociedad. Barcelona será capital europea del bosque en octubre y nosotros formamos parte de esta celebración. Esta exposición enlaza el diseño y la arquitectura con la crisis medioambiental, y la protagonista es la madera, que puede representar un camino para ayudar a superar esta crisis.

En cuanto a los visitantes extranjeros, ¿qué previsiones tenéis para este verano?

El tema del turismo se va animando, y estamos un poco a la expectativa, porque todo es un poco una incógnita. Vivimos en un mundo, por culpa de la Covid y todos los eventos internacionales, bastante incierto. Todos los museos, aquí y en Europa (formamos parte de la red de museos europeos del diseño y artes aplicadas, y no hace mucho acogimos en el museo el encuentro anual que hacemos) estamos a la expectativa, viendo en positivo que se mejora, pero es muy difícil arriesgarse a dar números. Pero estamos optimistas.

¿Cuáles son las colaboraciones que tenéis con otros museos de diseño de Europa y el mundo?

Pertenecemos a una red europea de museos de artes aplicadas y diseño, en la que están el Victoria & Albert Museum, el MAK de Viena, que es uno de los más importantes, el Museo del Diseño de Londres, el museo de Hamburgo, el nuevo museo de Lausana, que es muy potente… Praga, Berlín, Zurich.

Del estado español, el único museo que hay es el nuestro, ya que no hay ningún otro como tal. Y en esta red discutimos temas de actualidad. A esta red también pertenece un museo privado, el Vitra Design Museum, con el que ya hemos hecho muchas colaboraciones, y para otoño de 2023 estamos preparando una exposición sobre mujeres y diseño, y estos intercambios siempre son muy interesantes.

Con la pandemia se ha visto una explosión de lo virtual en el mundo del arte y los museos, ¿cómo ves el futuro en este ámbito? ¿habrá un híbrido entre virtualidad y presencialidad? ¿De qué manera se refleja esto en el Museo del Diseño?

En los últimos dos años todo este mundo ha crecido y se ha tecnificado. Lo importante es que han surgido herramientas, y no hay que confundir el concepto. Se trata de herramientas, son instrumentos para poder generar conocimiento. Puedes hacer un libro tradicional, puedes hacer un video, un programa de televisión, una app, o puedes pasar a este mundo más sofisticado. Pero siempre serán herramientas, el objetivo no es el “metaverso”. Son caminos interesantes, mucho en algunos casos, pero que no nos tienen que hacer perder de vista que tenemos unos contenidos propios. Si esto nos ayuda a transmitir mejor el conocimiento y llegar más a la gente, a diferentes públicos, adelante. Si es solo “jugar”, por así decirlo…

Yo soy partidaria y estoy plenamente convencida, porque veo a las personas ante las piezas, que a la presencialidad no la puede superar nada. Cuando estás al lado de una pieza, o incluso su autor te la está explicando allá mismo, es muy diferente -por muy bien que la puedas ver a través de una pantalla en 3D-, es otra cosa. Y todavía existe una sensibilidad que tenemos las personas para apreciar las cosas directamente.

Que todas estas herramientas son buenísimas, por descontado. Que cuántas más podamos utilizar, mejor, también. Que esto también afecta a una parte muy importante, que son los recursos económicos, también. No estamos en el momento más brillante en este sentido, porque con todo lo que tenemos encima la cuestión económica se ha resentido, aquí y en todas partes.

¿Qué balance haces de tus años de carrera?

Han sido diez años. Inauguré un museo que venía de un proyecto de muchos años, en el que habían participado muchos profesionales de muchas áreas de Barcelona, pero el equipo que cogimos este reto, creo que hemos podido poner el museo en la ciudad, consolidarlo, inventar una marca, integrar colecciones muy diversas, catalogación, difusión, exposiciones, catálogos… Creo que queda claro que se ha trabajado mucho. Hemos trabajado en el tema educativo a fondo.

Yo he trabajado para que se vea la necesidad del museo y de su relación con la sociedad, actividad con el mundo universitario. Personalmente creo que un museo como este, con objetos tan cercanos, debe trabajar en la línea del diseño social, tiene que ofrecer servicios. Estamos en un punto en que ya podemos preguntarnos qué necesitan diferentes públicos. Creo que hemos trabajado para crear una base a partir de la cual, con todos los cambios que ha habido en los últimos tiempos, se puede reenfocar y hacer un nuevo proyecto, naturalmente. Pero creo que queda muy consolidado que en Barcelona hay un museo del diseño, que hay unas colecciones y un patrimonio importante, que lo hemos incrementado mucho, somos el museo cuyas colecciones crecen más, sin duda, porque queremos que todo este mundo del diseño sea patrimonio cultural y está bien representado. Que la gente entienda que no solo es patrimonio un Picasso, para entendernos, sino que todo esto forma parte de ello.

Hay mucho trabajo por hacer, muchos enfoques, muchas líneas, y la persona que venga detrás no se aburrirá. Se lo pasará muy bien, yo me lo he pasado muy bien. Le he dedicado diez años y, evidentemente, continuaré trabajando en todos estos temas, pero desde otra óptica.