The Onsider prevé la apertura de nuevos inmuebles en la ciudad y planea su expansión a otras ciudades.
The Onsider – Después de poco más de un año de andadura en Barcelona, el concepto de hacer sentir como en casa a aquéllos que están por poco tiempo en la ciudad o acaban de aterrizar y necesitan “un mejor amigo” que les guíe, está arrasando.
De hecho, el primer The Onsider, situado en la calle Aribau de Barcelona está casi siempre al 100% y cuando sale un residente, entra otro. En The Onsider no les gusta llamarles inquilinos, ya que los residentes de los fantásticos apartamentos diseñados por Jaime Beriestain viven una experiencia mucho más sumersiva a la de un mero arrendatario. En The Onsider el residente se siente acompañado en todo momento en su aventura de alojarse en una ciudad que desconoce o que conoce vagamente, para convertirse en un auténtico connaiseur de su bueno y mejor.
Toda esta historia empezó cuando dos personas con inquietudes y con especial apego a la ciudad de Barcelona, sin haber nacido en ella, se conocieron y debatieron sobre las necesidades de alojamiento de un perfil determinado de personas. Jean Paul Rivas y Sabina Schladitz juntaron inversión y talento y de la coctelera salió el concepto de The Onsider. Antes de concerse, Schladitz, gran experta del sector hotelero y emprendedora de innovación, llevaba poco más de un año dándole vueltas a la necesidad de crear un concepto residencial de corta duración con un servicio de acompañamiento al huésped inédito en la ciudad. Por su parte, Rivas, soñador e inversor en proyectos de diversa índole se imaginó poder vivir en Barcelona como si estuviera alojado en casa de su mejor amigo y así sus amigos y los amigos de sus amigos. De esta frenética coctelera de ideas, que son Schladitz y Rivas, surgió el concepto The Onsider y, de ahí, la adaptación del inmueble, en calle Aribau, 306.
Un proyecto de sensibilidad social
La remodelación integral del edificio de The Onsider pasó antes por la conveniente negociación con los anteriores inquilinos que seguían viviendo en el edificio. Ahí Rivas conoció a la Sra. Hess. Una encantadora señora nonagenaria que había vivido los abusos del llamado “mobbing inmobiliario” y que, por falta de movilidad llevaba meses encerrada en su domicilio.
Lo primero que hicieron fue arreglar el ascensor y llevarla a pasear por Barcelona, en coche. Era la época pre-navideña y la Sra. Hess quedó conmocionada. Como agradecimiento, la Sra. Hess preparó unas deliciosas galletas alemanas, país de donde proviene, para Rivas y sus hijas. Rivas, empresario de gran sensibilidad, entendió que tenía que poner solución al tema y propuso a la Sra. Hess trasladarla temporalmente a una residencia de primer nivel, asumiendo Rivas los gastos, para luego trasladarla al nuevo edificio rehabilitado y con su piso remodelado.
La Sra. Hess sólo tendría que abonar el alquiler de renta antigua al que ella estaba acostumbrada y preparar de vez en cuando sus galletas. Además, sin que la encantadora nonagenaria lo supiera, The Onsider también se hizo cargo de la restauración de sus muebles y la adaptación del apartamento a las necesidades de movilidad reducida de la Sra. Hess.
Próximamente, The Onsider anunciará las fechas del proyecto en el barrio Gótico, antes conocido como barrio de la Mercè, donde antiguamente residía la aristocracia de la ciudad y muy cercano a la iglesia de la patrona de Barcelona. El concepto de este edificio, a diferencia del de Sant Gervasi, que está pensado para familias, estará más enfocado a parejas o personas solas de perfil profesional quizás más artístico, creativo y, sobre todo, muy urbanitas y que aprecien el valor de vivir en el centro histórico de la ciudad y a poca distancia del mar y del puerto.