Restaurante La Pau, un proyecto social con alma y pura gastronomía

Restaurante La Pau, el proyecto social para jóvenes excluidos del sistema educativo y social

La restauración se mueve en Barcelona y además lanza proyectos sociales en los que dar trabajo. Es el caso del nuevo restaurante La Pau, en el pasaje que tiene el mismo nombre con esquina Anselm Clavé en el gótico de la ciudad.

Hablamos del primer proyecto de restauración en Barcelona de la fundación El Llindar en alianza con Enjoy BCN, en lo que se erige como una escuela de nuevas oportunidades para  ofrecer una experiencia laboral a jóvenes que están excluidos del sistema educativo y social. No en vano, este restaurante propone formación e inserción en uno de los enclaves más singulares de Barcelona, en el Pasage de La Paz, que curiosamente es uno de los pocos pasajes con letra G que quedan en España por la influencia francesa.

En definitiva, un restaurante que aporta valor social, cultural, gastronómico y urbano.

Más allá de la gastronomía

La experiencia en el restaurante La Pau va más allá de la gastronomía por esta labor social que destacamos. Ahora bien, es un nuevo local que permite saborear cocina catalana renovada y de calidad, algo que cuesta encontrar en esta zona de la ciudad. La carta la forman platos recuperados del recetario tradicional, reversionada por José Santiago –chef ejecutivo del grupo Tragaluz– junto al jefe de cocina Xavi del Amor.

Hay entrantes, segundos y postres realizados con respeto por el producto local auténtico y de proximidad. Entre ellos: la flor de calabacín rellena de queso “Tou dels til·lers” y girella (un embutido tradicional) a la plancha, la ventresca de atún marcada en escabeche suave de cítricos y verduritas; el arroz de gamba roja y butifarra del perol o el cordero lechal con su salsa y crema de chirivía y frutos secos.

Restaurante La Pau, el proyecto social para jóvenes excluidos del sistema educativo y social

Restaurante La Pau, el proyecto social para jóvenes excluidos del sistema educativo y social

Los postres también tienen personalidad propia. Es el caso del músico de La Pau –una versión renovada del postre de músico– o el canelón de miel y mató con velo de miel, membrillo y nueces, entre otros. A su vez, a diario y si no quieres comer tanto, tienes el plato del día, los mediodías de miércoles a viernes, una fórmula que consiste en un plato, postre y bebida por sólo 10,50€.

Explorar la tarde

Además de comer, La Pau es un lugar distinto en el que pasan muchas cosas, pues cada tarde de 16,30h a 19,30h hay buena música, y por cada consumición -puede tratarse de cócteles, vinos y refrescos- se ofrecerá un pincho de cocina catalana de forma gratuita.

Sobre todo, un proyecto social

Como vemos, este restaurante tiene varias aristas donde la buena gastronomía se alía con un proyecto social digno de admirar. De esta forma, los jóvenes de El Llindar encuentran en este lugar lo que necesitan para entrar en el mundo laboral y cuentan, para ello, con cuatro itinerarios formativos (restauración, imagen personal, automoción y fabricación digital).

De alumnos a trabajadores. Este proyecto, que nace con el impulso de Enjoy BCN, permite que los jóvenes trabajadores conozcan cómo se cocina, cómo ser un buen personal y jefe de sala, y también lo que representa la gestión de un restaurante en general.

Restaurante La Pau, el proyecto social para jóvenes excluidos del sistema educativo y social

Por el momento, hay 14 jóvenes de diversas nacionalidades y distintos orígenes socioculturales que se unen para ofrecer una experiencia con alma, compromiso y excelencia. En general, el proyecto se define en la búsqueda por la ocupación de calidad e inclusión social y laboral de los jóvenes para crear un futuro mejor con igualdad de oportunidades para todos.

La fundación El Llindar fue creada en 2004 por la psicopedagoga y educadora social Begonya Gasch. Es una de las primeras escuelas de nuevas oportunidades de España, convirtiéndose en un centro de referencia educativo y un ejemplo de innovación.

Los jóvenes abandonan el ámbito escolar porque se sienten desanimados, no saben lo que les gusta y buscan la diversión en cosas externas al aprendizaje. Tras su paso por este escuela, según sus responsables, un 15% de los alumnos ingresa en el mercado laboral, el 65% vuelve al sistema educativo y el 75% obtiene una titulación certificada.