Andando por las calles del centro de Barcelona siempre descubrimos edificios con historia. Y restaurantes que esconden una larga trayectoria detrás. Arcano, ubicado en el borne, e inaugurado en 1988, resurge y se convierte en centro de atención de los barceloneses, dentro de una antigua caballeriza del S.XVII.
Este otoño celebra 10 años desde que fue gestionado por el grupo Quibuch 2012, con destacados cambios en la su decoración y carta. Los socios actuales nos explican que quisieron dar valor al local nuevamente, para que se viera la piedra, los arcos, las bodegas… para ser de nuevo un lugar con historia “pues las piedras y las arcadas medievales son del siglo VII y no dejan a nadie indiferente al poseer un importante patrimonio histórico”, comenta uno de sus socios, Gabriel Buchaillot.
En estos 10 años de andadura, el restaurante ha sabido ganarse una buena fama, especialmente entre un cliente foráneo que sabía encontrar las mejores joyas de la ciudad.
Hoy, el local luce con su impronta románica, sus formas arqueadas y paredes de piedra. Un lugar de lo más especial que destaca por sus características arquitectónicas, por sus piezas pictóricas que periódicamente van rotando en sus paredes (suelen exponer cuadros de artistas emergentes), y ahora, también, por sus exclusivos muebles de la firma argentina Drift, que se irán exponiendo en algunos rincones del local (también estarán a la venta).
La reinvención de Arcano
Sus dueños quieren que se vuelva a hablar de Arcano, de su potencial, de su ubicación, historia y también de su cocina. En estos diez años, el grupo ha aprendido, transformado y ensalzado de nuevo este espacio. Y, para atrapar de nuevo al público local, se preguntaron qué tipo de cocina podrían hacer y cambiaron la carta. “Durante la pandemia, como no podíamos abrir al no tener terraza ni ventanas, estuvimos 18 meses cerrados y en este tiempo programamos cómo sería la reapertura del restaurante y hemos conseguido cambiar la carta enfocada ahora a productos más de proximidad, mirando toda la trayectoria de los platos estrella del local que se mantenían”.
Carnes a la brasa y más
Con el chef Nicolás Limarino al frente de los fogones, su cocina es mediterránea, catalana, de mercado, con productos de proximidad, y en especial, destacan sus brasas. Está maridada con unas 40 referencias de vinos de pequeñas bodegas y de bodegueros con una historia detrás, con las que quiere reconquistar el corazón y el paladar de los barceloneses.
Son grandes expertos en carnes premium a la brasa. Así, son famosos su entrecot de novillo real argentino y su solomillo angus argentino, que el comensal puede combinar con diversos acompañamientos al gusto. Pero también son muy apreciados su Steak Tartar de solomillo angus, su pluma ibérica con crema de cacahuetes y boniato ahumado, o su French rack de cordero a la brasa con verduritas dulces.
Otros platos muy recomendables son las patatas baby braseadas con “nuestra” salsa brava ahumada; el Huevo campero a baja temperatura con setas braseadas, cremoso de patatas y trufa negra; el Lomo de atún a la brasa rebozado en sésamo, vinagreta japonesa, salteado de tirabeques y pak choi; la Variedad de Tomates Km0, olivas de kalamata, chalotas encurtidas y perlas de vermut; la Selección de verduras de temporada en diferentes cocciones con salsa romesco; o los Brotes tiernos con pato confitado y vinagreta de tres mostazas aromatizada con miel de flores (siempre con verduras del Parc Agrari del Baix Llobregat).
Su horario es de lunes a jueves, de 18.30 a 23.30h. Viernes, Sábado y Domingo, de 13.00 a 24.00h