Bajo el epígrafe “Songs fom far away” el joven sello discográfico Illiria Productions ha lanzado una pequeña joya que pretende recuperar de la mano del barítono italiano Vittorio Prato y del maestro Vincenzo Scalera algunas de las composiciones británicas de Francesco Paolo Tosti, más conocido hoy por el gran público por sus eternas canciones italianas y en dialecto napolitano.
De hecho, Tosti vivió su etapa más prolífica y de mayor esplendor como profesor de canto de la corte de la reina Victoria, prolongada con su sucesor el rey Eduardo VII, se encumbró como una celebridad y su música, más allá de los salones de la corte, se escuchaba en toda Gran Bretaña alcanzando altas cotas de popularidad.
Esta recopilación de las canciones inglesas que propone Prato, junto a la estrecha y magnífica colaboración de Vincenzo Scalera, puede ser hoy algo desconocido. Gracias a la popularidad otorgada por los tenores de cada momento como Caruso, Schippa, Börljing, Kraus, Pavarotti o Carreras, entre muchos otros, e incluidas en un sin fin de recitales, el gran público vive hoy, quizá, más cautivado por las célebres A’Vucchella, Non t’amo più, L’ultima canzone, Mattinata o Marechiare. Y es que Tosti es recordado por esa capacidad compositiva – a través de más de 500 canciones – de gran expresividad, interpretadas con naturalidad y envueltas siempre de una notoria carga sentimental. No en vano, quisieron colaborar con Tosti los más grandes poetas de su época desde D’Annunzio, Salvatore di Giacomo, Paul Verlaine y los que se incluyen en este compendio británico – Fane, Weatherly, Whyte-Melville, entre otros-.
Prato forma parte de este raro colectivo de artistas que, además de poseer una excelente formación académica, experimentan la inquietud propia de un caballero humanista que va desde el dominio del clavicémbalo, pasando por un profundo conocimiento de la historia del arte – fascinado desde muy joven por el arte y la música barroca – y la habilidad con la pluma. Y es que este álbum no está solo repleto de las maravillosas canciones inglesas de Tosti, si no complementado con unos “apuntes de viaje” del propio Prato que nos adentran al universo del compositor italiano estableciendo paralelismos a la propia experiencia del barítono de Lecce y en el proceso de desarrollo de él mismo como artista. Un viaje que emula al de su compatriota que recorre Abruzzo y otras zonas italianas, y termina recalando en Londres.
La complicidad que se establece entre Scalera y Prato es absoluta y ellos conducen, con gran maestría, con alargados y elegantes tempi, a ese mundo victoriano que hizo ver la luz a estas composiciones otrora muy populares y hoy casi desconocidas. El barítono italiano exhibe una gran calidad vocal, con un timbre cálido y cuidando en todo momento la intimidad y expresividad requeridas en cada una de las piezas. Todo forma parte de un conjunto, de un viaje iniciático que propone Prato, no solo de intimidad musical, si no que ahonda también en los sentimientos e inquietudes del artista de hoy.
Aquí podéis disfrutar de la playlist de Vittorio Prato