La sagrada familia, el paseo de Gracia o el parque Güell forman zonas y monumentos que todo el mundo conoce de Barcelona, pero hay otros lugares escondidos que te permiten disfrutar de la urbe pero sin saber que estás en una gran ciudad
Para muchos ciudadanos no son ningún secreto, pero para muchos pasan desapercibidos o ni siquiera saben que existen.
Claustro de Santa Ana
Hay diversos claustros que nos transportan a otros mundos. Suele haber jardines y muchos de ellos permiten ser visitados. Es el caso del claustro de Santa Anta. De esta parroquia el fuerte interés es su claustro, tiene un jardín interior, un estilo gótico que penetra y todo ello ofrece una importante paz interior. Difícilmente creerás que estás en una ciudad con tanta gente.
Patio de la Librería La Central
Barcelona se jacta de diversas zonas y barrios con islas. Esto hace que muchos locales, como bares, restaurantes y hasta librerías, tengan su patio interior que no sueles ver a pie de calle. Como están algo escondidos, encontrarlos, es pura magia.
En este caso, el patio de la librería La Central, permite comer y tomar algo dentro de un ambiente bien diferente y todo ello dentro del popular barrio del Raval. Desconecta durante una hora en este lugar en el que poder hasta trabajar entre semana sin que nadie te moleste.
Palauet Albéniz
Es conocido por muchos porque ahí se realizan algunos eventos. Pero seguro que otros no saben que en Montjuïc, y entre parques y jardines, está este palacio, algo escondido, que se construyó para la Exposición Universal de 1929.
Llama la atención por su arquitectura, de diversos estilos. Está presidido por una fuente y rodeado por varios jardines, como muchos otros de esta zona.
Patio interior del hotel Me Barcelona
En pleno centro y al lado de las Ramblas, el hotel Me Barcelona esconde varias cosas que no te puedes perder. Desde los restaurantes Belbo a su patio interior. Es grande, permite desconectar de la ciudad y sirve como lugar para fiestas y eventos. En breve, los restaurantes del hotel también tendrán sus terrazas en este patio contiguo. Es una maravilla que no te puedes perder.
Hay más secretos, porque el hotel tiene una terraza en la azotea donde ver las mejores vistas de Barcelona.
Termas romanas
El pasado romano de la ciudad se ve en el centro con diversos rastros. Uno de ellos son las termas romanas que te permiten ir a años atrás. Están en la calle Regomir, bajo lo que fuera un edificio de viviendas en el siglo XIX.
Los restos de estas antiguas termas romanas datan del siglo I y agrupa una zona de la famosa muralla romana de la ciudad.
Coctelería Dr Stravinsky
Como si estuvieras en la Gran Manzana de Nueva York, en la ciudad hay variedad de coctelerías clandestinas que no imaginarías. Destacamos Dr. Stravinsky que sorprende especialmente por ser un laboratorio de cócteles. Te sorprenderás por sus combinados bien diferentes. Lo mejor es que te aconsejen y puedas así tener tu combinado personalizado, según tus gustos.
Jardín de la Casa Ignacio Puig
Hay jardines interiores que son un remanso de paz. De esos oasis en los que ir cuando no queremos mezclarnos con muchas personas en la ciudad. Está catalogado por el Ayuntamiento de Barcelona como patrimonio arquitectónico, fue creado en 1861 como parte de un palacete del siglo XIX, que tiene dos fachadas que dan a la calle Aroles y la de la Boqueria. El jardín posterior es terraplenado, y contiene elementos típicos de este tipo de jardines, como una lonja, una gruta y varios peces que habían sido pequeños estanques.
Es un jardín de titularidad privada y actualmente el edificio está ocupado por el hotel Petit Palace. Es de uso público a partir de las 10 de la madrugada y hasta el atardecer.