Durante los días que duró el Forum Gastronómic de Barcelona tanto visitantes como ponentes ensalzaron la importancia de la economía circular, la gestión de los residuos y también su transformación en nuevos productos.
Ya todo pasa por la sostenibilidad sí o sí, y no vale escaparse de este concepto. Por esto, una de las ponencias que causó mayor interés en el evento fue la centrada en la Transformación de residuos en nuevos productos.
Antonis Mavorpoulos, fundador y CEO de D-Waste, ha indicado que hemos casi doblado el consumo alimentario, la población ha aumentado más de 6 veces, y ahora necesitamos más comida para sostener la población del planeta entero, “y usamos sustancias bioquímicas no naturales, con el consiguiente problema planetario”.
Según el experto, el sistema alimentario está llegando a su límite para sostener la vida en general. Así “necesitamos desarrollar innovación circular distinta, con equipos que creen un valor circular; todo lo que sea que el sector alimentario sea capaz pero sin exceder los límites del planeta, sin perder la biodiversidad y es un mundo totalmente distinto y nuevo”.
Algunas de las ideas que propone son desarrollar herramientas, producir las cosas que se van a consumir en tiempo más prolongado, desarrollar la innovación que dé lugar a materias que se pueden usar una y otra vez. “Una innovación a nivel agrícola que permite menor impacto medioambiental”.
Desde su empresa trabajan con la innovación orgánica. Mavorpoulos comentó que la tecnología hace años que existe y ahora trabajan con un modelo de empresa en la recogida individualizada con maneras innovadoras para obtener residuos de café que tienen un alto valor para la industria cosmética. “Ayudamos a las empresas a usar sus modelos bajo la economía circular”.
El experto cree que todos aquellos elementos para hacer frente a un cambio radical está en nuestras manos, y esto permite pensar en técnicas diferentes para reducir el impacto medio ambiental. “En pocos años hemos visto cómo integrar estos materiales y un desarrollo de la economía circular que permite dar o formar de manera tangible los cambios que deban producirse”.
Para él, es importante provocar el cambio, no hablar de ello, “los que debaten abiertamente sobre el cambio quieren hacer un experimento y te dicen vamos a probar, pero alargan mucho y hay un problema práctico; no hay una manera segura para pasar de un sistema a otro, la inestabilidad no gusta pero no hay otra manera posible”.
Por su parte, Carissa Campeotto, Co-fundadora y CMO de Trendi, explicó que desarrollan soluciones robóticas y móviles para producir residuos alimentarios a gran escala. “Hacemos esto por el problema que tenemos mundial que tenemos, puesto que 2.500 millones de comida se desechan cada año y muchos millones pasan hambre; no es justo”.
La experta puso de ejemplo la naranja que se desecha, pero “es una fruta estable vendible aprovechamos la pulpa, la piel y todas las partes de la fruta y esto permite fraccionar todas las partes para que al rescatarlas podamos maximizar su valor”.
Jessica Días, CEO de S-Biotica, nombró que trabajan con sistemas vivos de diseño con y hacia la naturaleza, “es importante la parte pedagógica, materiales y prácticas para desarrollar un futuro más sostenible, comunicar los materiales disponibles, cómo interactuamos con las emociones de estos materiales, son de base orgánica biocompostable y biodegadables, con residuo alimentario con cáscaras de huevo y más, con un almacenamiento de residuos urbanos en Barcelona y la idea de que los ciudadanos lo traigan para dar más vida a ello y aprovechar al máximo sus residuos”.,
Entre sus ideas está que los restaurantes o ciudadanos les podrían entregar los residuos para poder sacar el provecho de estos.